Partida y regreso.

Muchas horas de viaje, diferentes caminos, diferentes personas y aún más diferentes culturas son las que he conocido y las que ya he dejado atrás al llegar a casa. Toda una aventura a lo largo y ancho del mundo que no me ha dejado indiferente; he descubierto diferentes climas, culturas, formas de vida y un sin fin de historias que me han enriquecido en todos los sentidos posibles. No puedo decir que me quedo con un viaje en especial, pues todas las paradas han tenido algo muy especial, desde el inmenso desierto a las grandes montañas, de los pequeños pueblos a los altos rascacielos; Es una aventura que hay que vivir por lo menos una vez en la vida, descubrir el mundo y no quedarse encasillado en nuestra sociedad y nuestra cultura, pues en la variedad es donde se encuentra el equilibrio.